MI HIJA ES ÚNICA...
... Y es que no precisamente hablo de las virtudes que para mí ella posee, sino
de un tema que a muchos incomoda, sí, aquéllos opinólogos que creen saber el
número idóneo de hijos por pareja.
Desde muy joven fui poco niñera, no me llamaba la atención pasar horas jugando
y platicando con un niño, por lo tanto no entraba en mis planes la idea de
algún día ser madre. Años después me casé y aunque habíamos acordado no tener
hijos pues llegó el día en que el tema se puso sobre la mesa, pues el instinto
maternal surgió. Así, decidimos y planeamos ser padres de un sólo hijo y los
comentarios no se hicieron esperar.
"¿Por qué sólo uno si pueden con más?... Ay le hará falta un hermanito, no
tendrá con quién jugar...si se les muere uno les queda otro" (respecto a
esto último no creo que ningún ser humano sea reemplazable).
Pues resulta que ser hijo único no es tan aterrador como muchos piensan. Estos
niños no dejan de ser sociables (en este terreno los amigos y primos cumplen la
misma función de un hermano), tienen alta autoestima y al convivir con adultos
su grado de madurez es mayor, lo anterior se cumple cuando los padres saben
guiar sin caer en extremos de sobreprotección. Por supuesto habrá pros y
contras pero la decisión de tener un sólo hijo es únicamente de la pareja, no
por una presión social tachándolos de egoístas.
Hoy puedo decirte que no me
arrepiento en absoluto de la decisión tomada y vivo plenamente mi maternidad,
mi hija adora jugar con otros niños pero estando sola su imaginación y
creatividad no tienen límites. Así que si tú y tu pareja han decidido ser
padres de un hijo único ¡adelante! Disfrutarás cada momento al máximo! 😉
Foto: tomada de la web.
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